¡Hola! Somos Constanza Pizarro, Daylin Ortega y Emilio Zúñiga, tres estudiantes de ingeniería en computación, eléctrica e industrial, que están juntos por un sueño: tener un ramo juntos y que ese ramo sea entretenido. El mayor objetivo es crear un juego de ranas, porque nos gusta mucho la fauna chilena y queremos aportar nuestro granito de arena en su visibilidad. 

El juego que queremos hacer se contextualiza en un entorno de realismo mágico, donde los animales pueden transmutar a una forma humana. Con esto en mente, la dinámica se desarrollará a través de obstáculos que  solo  se podrán  superar en una forma o la otra, pero no ambas, como restricciones de tamaño, movimiento de objetos, fuerza, etc. 

El personaje principal es una Ranita de Darwin, que puede transmutar a humano, como la diferencia de tamaño es abismal nos forzará a crear niveles (o partes de niveles) que solo se adecuen a una forma predeterminada, ahí iremos variando para que tenga sentido y que no sea repetitivo, ni redundante.